Con este trabajo se presenta una investigación cualitativa sobre movimientos sociales y parentesco; se describe el impacto de la migración forzada de una familia jalisciense a la capital de México en el año de 1950. Se plasma una reconstrucción en árboles genealógicos que dan cuenta de la ruptura de los vínculos consanguíneos. Se empleó el método etnográfico; pláticas con numerosas personas de la comunidad de Jalpa y familiares de la autora que se complementaron con una revisión bibliográfica de los procesos migratorios y de transculturación. De esta manera, conflictos relacionados con la identidad, resistencia a los cambios culturales, falta de integración a la nueva sociedad –incluso para los descendientes que nacieron en la capital–, son algunos de los efectos de la migración del lugar de origen. Si bien ya no es posible obtener de manera directa el testimonio de los involucrados por la época lejana en la que se dieron los acontecimientos, se logró tener un acercamiento a la forma de vida de la familia jalpense desde su salida.