Son las siete de la mañana y las campanas de la iglesia del pueblo de San Sebastián Chimalpa aún no se escuchan. ¿Será acaso que se olvidaron de tocarlas? En realidad, lo que sucede es que tras el sismo de 2017 el campanario de la iglesia sufrió daños estructurales y se encuentra en recuperación. A pesar de esto, los feligreses continúan su visita a la misa mientras saludan a sus vecinos y se detienen frente a los puestos mañaneros, el de los jugos, los tamales, los periódicos, mientras de fondo se percibe también la prisa con que los habitantes del pueblo hacen la parada al transporte público, las combis y mototaxis. Dicho transporte viene dejando atrás al pueblo de San Agustín Atlapulco, pueblo tan antiguo como San Sebastián Chimalpa.