Un sábado por la mañana transcurre en cualquier colonia popular del Estado de México. Los niños miran televisión mientras algunas señoras y ancianos barren la banqueta que corresponde a su morada desde temprano; algunas otras personas caminan a su trabajo con rapidez. Una combi con un megáfono de tamalero mal calibrado va anunciando las noticias del barrio: “Matan a ladrón a golpes, lo lincharon por asaltar microbús, le dan su merecido a maleante y violador más temido de la colonia, lo colgaron en el quiosco del pueblo y lo quemaron. Pase, compre su alarma y entérese de las noticias más frescas”.